LA CONFITERÍA DE LA FÁBRICA KRASNI OKTIABR: ¿EL ARMA SECRETA DEL EJÉRCITO SOVIÉTICO
Krasny Oktyabr (Red October)
Moscow confectionery factory the Krasny Oktyabr
@Sergey Kukota Junio 01, 2011
Sputnik
Por: Yan Vaskov
Mayo 08, 2020
Durante la Gran Guerra Patria, muchas industrias de la URSS fueron evacuadas a zonas seguras y las empresas no militares fueron reorientadas para necesidades militares. Ubicada en Moscú, la fábrica de chocolate Krasni Oktiabr experimentó tanto evacuación como reconstrucción y, aun así, estuvo produciendo dulces durante toda la guerra.
Desde los primeros días de la guerra, unos 500 trabajadores de la fábrica se fueron al frente. Los sustituyeron mujeres y adolescentes. La producción principal permaneció en Moscú, algunos equipos fueron evacuados a Samara, una ciudad a orillas del río Volga. La reconstrucción de la fábrica para las necesidades militares comenzó en julio de 1941.
Durante uno de los ataques de la aviación alemana a Moscú el 11 de agosto de 1941, los aviones cubrieron la fábrica de bombas incendiarias. Hubo incendios, un almacén de papel ardió en llamas. A pesar del bombardeo, los trabajadores se apresuraron a apagar el fuego. Durante toda la noche, lucharon por la fábrica.
Durante las feroces batallas cerca de Moscú se decidió no entregar a los nazis objetos estratégicamente importantes de la capital. En caso de que los alemanes lograran tomar la ciudad, habría que estallarlos. La fábrica Krasni Oktiabr también estaba en la lista. Todos los edificios fueron minados, y los empleados dejaron la fábrica. Solo unas pocas personas encabezadas por el director de la fábrica Vladímir Guliáyev se quedaron en su oficina, esperando una llamada con noticias. Debían hacer explotar la fábrica y, si sobrevivían, reunirse con los partisanos. Afortunadamente, los nazis no entraron en Moscú.
La innovación y la producción de chocolate durante la guerra
La gama de productos de confitería se redujo con el comienzo de la guerra debido a la falta de ingredientes. No obstante, para 1942 los tecnólogos lograron sustituir muchos componentes, desarrollando nuevas recetas de dulces. En 1944, ya había 150 nuevos tipos de dulces.
Debido a la falta de ingredientes necesarios, para los productos de confitería se utilizaron el aceite de coco, el centeno, la miel, los cereales, el azúcar, la lecitina, el sésamo, la glucosa y la cáscara de cacao.
La falta de azúcar fue la más sentida. Se añadió harina azucarada a las masas de chocolate y caramelos en lugar de azúcar puro. La harina se freía con azúcar, por lo que le daba un sabor dulce, y se necesitaba menos azúcar. También, en lugar de azúcar se usó jarabe de remolacha, y para rellenos de caramelo en lugar de puré de manzana agregaron puré de remolacha.
Debido al estricto régimen de consumo de combustible había que inventar una tecnología completamente nueva para la fabricación de caramelos y dulces por métodos fríos y semifríos, por lo que la fábrica funcionó incluso en días en los que no había combustible.
En total, durante los años de la guerra, la fábrica Krasni Oktiabr produjo tres veces más chocolate que antes de la guerra. Además, se exportaron pequeños cargamentos de chocolate al Reino Unido y a EEUU.
De la fábrica al frente
A pesar de que la fábrica fue parcialmente reorientada y parte del equipo fue evacuado, la producción no disminuyó. Para mantener los mismos estándares de producción, los procesadores aumentaron el peso de las tabletas de chocolate a 2 kg, lo que redujo los costos de producción. De esta manera Krasni Oktiabr suministró la cantidad necesaria de chocolate en barras de dos kilos para el frente.
En 1942, tras la victoria del Ejército Rojo en la batalla de Moscú, el Gobierno encargó a los confiteros de la fábrica que inventaran una receta de una nueva barra de chocolate en honor a los soldados. En pocos días se desarrolló la receta, se imprimieron las etiquetas y pocos días después la fábrica ya había enviado al frente las primeras toneladas de chocolate Gvardeiski.
Para los pilotos y buzos, teniendo en cuenta su agotador trabajo, los tecnólogos de la fábrica, poco antes de la guerra, compusieron el chocolate Cola con nuez de cola africana, que contiene mucha teobromina y cafeína. Además, gracias a las excepcionales características que agregaban, la llamaron el arma secreta del ejército soviético.
El chocolate Gvardeiski
© FOTO : UNICONF
El chocolate Gvardeiski
Durante la guerra, la fábrica mantuvo correspondencia con los soldados y les enviaba paquetes con ropa para el frío, productos y libros.
"Cuando desenvolvemos los paquetes de concentrados que nos han enviado, siempre pensamos en los que han preparado una comida tan deliciosa y nutritiva". Y a los chicos incluso se les ocurrió un proverbio: "Buena gacha, la cocinó la moscovita Masha". ¡Gracias, chicas, por cuidar de los soldados del frente! Es como si estuvierais caminando con nosotros en el campo de batalla, como si estuvierais sentadas a nuestro lado en trincheras", dice una de las cartas sobrevivientes.
Las trabajadoras de fábrica recogen los envíos para los soldados
© FOTO : UNICONF
Las trabajadoras de fábrica recogen los envíos para los soldados
A menudo, durante las pausas del almuerzo, había reuniones con los soldados del frente, que contaban a los trabajadores detalles de los días de batalla.
En abril de 1945 Clementine Churchill, que era la presidenta del Fondo de la Cruz Roja para ayuda a Rusia visitó la fábrica. Degustó los mejores productos de confitería, incluyendo huevos de chocolate, similares a los modernos Kinder Sorpresa. Después de partir uno de ellos, Clementine Churchill encontró un regalo: un broche que inmediatamente prendió en su chaqueta.
El Valle de Simón / H. Andrade
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